Muchas tardes quedaba a merendar con mi abuelo, hombre como ya os he dicho en mil
ocasiones cinófilo donde los hubiera. Parece que lo estoy viendo, era un ritual,
especialmente en invierno; se servía la merienda en la salita de fumar, batín corto
rojo acolchado de solapas negras de terciopelo, zapatillas negri-rojas, pañuelo
de cuello de cachemir, sacaba de su bolsillo unas gafas de oro redondas con patillas
de muelle que aún conservo y buscaba entre los discos de pizarra melodías antiguas
que sonaban a golpe de giro de gramola con un eterno arrastre arenoso... sonaba
Louis Amstrong "When you´re smiling...."u otros como los arreglos orquestales de
Xavier Cugat, durante esa merienda que se cerraba con brandy de la casa Larios y
un buen puro canario.
Charlábamos de muchas cosas, de mis estudios de la carrera, de la vida, de sus viejas
batallas, de música y especialmente de perros.
Entre aquellos discos de pizarra, de los cuales conservo algunos, aunque no la gramola
pues calló en suertes de partición en otras manos, había algunos con el perrito
de la voz de su amo. El abuelo siempre me refirió que era un Jack Russel Terrier,
aunque otros decían que era un fox terrier, que escuchaba la voz de su amo muerto,
pero ¿que hay de verdad en ello? a mí me resultaba una carita extraña para ser lo
que decían que era...
Francis tenía un estudio fotográfico, era pintor y también era miembro de la Royal
Academy of Arts. Entre otras cosas que heredó de su difunto hermano, había un fonógrafo
de cilindro y grabaciones de la voz de Mark.
La nostalgia llevaba a Francis a poner la voz de Mark y le admiraba el interés que
Nipper mostraba oyendo el fonógrafo de cilindros (los fonógrafos podían grabar,
pero no los gramófonos). Nipper se colocaba delante de la bocina y embelesado, la
lamía, la olfateaba y la escuchaba con deleite, ladeando su cabeza y mirando tras
el fonógrafo en un vano intento de hallar a su difunto amo.
Francis tenía un estudio fotográfico, era pintor y también era miembro de la Royal
Academy of Arts. Entre otras cosas que heredó de su difunto hermano, había un fonógrafo
de cilindro y grabaciones de la voz de Mark.
La nostalgia llevaba a Francis a poner la voz de Mark y le admiraba el interés que
Nipper mostraba oyendo el fonógrafo de cilindros (los fonógrafos podían grabar,
pero no los gramófonos). Nipper se colocaba delante de la bocina y embelesado, la
lamía, la olfateaba y la escuchaba con deleite, ladeando su cabeza y mirando tras
el fonógrafo en un vano intento de hallar a su difunto amo.
Movido por su genio artístico y por la devoción del animal por su difunto hermano,
Francis tomó una foto de Nipper en el año de 1895, la posición todos la conocemos;
atento a la voz de su amo que emanaba fonógrafo. Nipper muere en Septiembre a los
once años largos.
Admirado por la fidelidad del animal, Francis tuvo la idea de plasmar la fotografía
en una tela pintada al óleo. En 1898, Barraud completó la pintura registrada el
11 de febrero de 1899 como "Perro mirando y escuchando un fonógrafo". Barraud entonces
decidió cambiar el nombre de la pintura por el de "La voz de su amo" y trató de
exhibirlo en la Royal Academy, pero no se la admitieron al igual que lo hizo en
varias revistas. "Nadie sabría lo que estaba haciendo el perro" le comentaron. En
un principio no quiso vender la pintura, pero durante un apuro económico llegó a
mostrarla y ofrecerla a la empresa Edison Bell Company, (inventora del fonógrafo),
James E. Hough, propietario de la misma dijo: “Los perros no escuchan fonógrafos.”
Francis deja el cuadro presidiendo su taller. Barraud no ceja en su empeño de vender
el cuadro, ve en el mismo algo mágico. Intenta mejorarlo para venderlo y en el verano
de 1899 fué al 31 Maiden Lane, a la novísima compañía del gramófono “Gramophone
and Typewriter Company (G & T)”, con una foto de su pintura, a pedir un gramófono
prestado para mejorar su pintura. En un artículo para la revista The Strand, el
pintor escribió: "el director, Sr Barry Owen me preguntó si el cuadro era para venta
y si podía pintar al detalle una máquina propia, un gramófono. Le contesté que la
imagen estaba en venta y que podría hacer la alteración si me dejaran tener un instrumento
para pintar". La cantidad de 100 Libras, un 4 de Octubre de 1899, cierra el trato.
Este cuadro hizo su primera aparición en publicidad en enero de 1900. El 16 de Julio
de 1900, Berliner registró el famoso logotipo de su compañía: Un simpático perrito
que muchos creen un fox terrier o un jack russell escuchando embelesado un gramófono
con el slogan “His Master’s Voice” logotipo que sería usado por diferentes marcas:
la RCA RECORDS y RCA VICTOR.
Emile Berliner, inventor del gramófono, pidió que los derechos norteamericanos del
cuadro pasaran a ser propiedad de la Victor Talking Machine Company. Victor utilizó
la imagen de forma más intensa que su filial británica, y desde 1902 todos los discos
de Victor llevaban sobreimpreso el dibujo del perro y el gramófono de Barraud. Los
anuncios de la época indicaban a los compradores de discos que "buscaran el perro".
"La Voz de su amo" no se usa como imagen de la filial británica en sus discos hasta
el año 1907. Posteriormente, la pintura, el título y otros derechos se registraron
como marca en el año 1910, tras comprobar su gran éxito.
Nipper fué la fortuna de Francis Barraud, que realizó 24 réplicas de su original,
y se hizo un famoso y reputado pintor y fotógrafo. Murió en 1924 cubierto de gloria.
El óleo la "voz de su amo" se exhibe en la sede de EMI Music en Gloucester Place
y cuando se ve en la luz adecuada, el fonógrafo original puede todavía ser visto
por debajo de la segunda capa de pintura.
Nipper fue sepultado en Kingston, Londres, en un parque que contaba por aquellos
entonces con varios magnolios. El parque desapareció con los años y sobre el mismo
hoy se alza una sucursal del banco Lloyds. En la entrada principal una placa de
bronce nos recuerda que allí se enterró al mestizo más musical del mundo.
Hubo un intento por la compañía EMI de poner una placa conmemorativa en la casa
donde nació Nipper en Bristol, pero el propietario no lo consintió y al ver un posible
buen negocio pidió que le compraran la casa si deseaban hacerlo.
La marca que se creó ha entrado por derecho propio entre las 10 marcas más reconocidas
del siglo XX.
Hay una curiosa anécdota que no podemos dejar en el tintero: En 1980, las tiendas
HMV que siguen funcionando en el Reino Unido encontraron un perrillo parecido a
Nipper y le llamaron Toby. Lo usaron para inauguraciones y presentaciones de discos
para la cadena de tiendas...pero segundas partes nunca fueron buenas...Toby tenía
mal genio y su carácter irascible complicó mucho el poder realizar su trabajo. Verdadero
terrier, la cadena HMV lo mantiene en manos de un responsable que no sabe educarlo,
llegando a prohibirle la entrada en Crufts en 1984 por sus malas maneras.
Y esta es la historia de un mágico mestizo que hizo posible alcanzar el sueño de
la fama al pintor que lo acogió.
Rafael Fernández de Zafra